Desde que me dieron los ataques
epilépticos me di cuenta de que tenía que cambiar mi vida. De que yo creía que
era una persona positiva pero no lo era. Ser una persona positiva te puede
ayudar a aliviar el estrés, y los estados de nerviosismo, incluso mejorar tu
vida, o así lo estoy viviendo yo.
Ser una persona positiva no es
pensar solo en lo bueno que hay en tu vida o en las cosas buenas que te han
pasado ese día. También es hablar en positivo a los demás, tranquilizándolos y
haciéndoles ver que muchas cosas por las que se enfadan, o por las que gritan,
o por las que se sienten nerviosos son tonterías y que no pasa nada. Y es ver tú
también la vida así, y no gritar por estupideces y no pelear.
Ser positivos es minimizar las
cosas de nuestro alrededor que nos producen ansiedad, es no hacer un mundo, es
pensar que todo es pasajero, es pensar que se puede salir de cada situación, es
pensar que todo va a ser mejor, es pensar que todo está bien, a pesar de todo.
Necesitamos saber desconectar, y
entender que lo que piensen los demás importa un bledo, y respirar hondo cuando
te chillan y seguir adelante como si nada.
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